¿En qué consiste la costura robotizada?
Aunque sea un poco difícil de creer, la costura robotizada ha llegado al mercado y entra pisando fuerte por la cantidad de unidades que se pueden elaborar en un solo día. A continuación os hablamos un poco sobre el tema en este post. En 2017 una empresa Estadounidense llamada Software Automation desarrolla una máquina capaz de elaborar la friolera cantidad de 800.000 prendas al día. Este robot está compuesto por una serie de brazos mecánicos automatizados, para transportar el tejido por la cadena de producción, cuchillas y agujas para el corte y confección de las prendas y cámaras para ver en todo momento el proceso productivo.
¿Cuándo empezó a implantarse la costura robotizada?
Aunque la costura robotizada está implantada en los talleres de confección desde hace décadas, no ha sido hasta finales de 2018 cuando se ponen en funcionamiento este tipo de robots más perfeccionados. Empresas textiles pioneras en el sector del deporte adquieren varias máquinas para sus plantas de producción en China. Utilizar este tipo de tecnología supone un abaratamiento de costes grandioso, y un aumento de producción muy rentable ya que cada 22 segundos se produce una camiseta. Estos datos nos hacen reflexionar sobre la pérdida de puestos de trabajo que se produce por esta automatización.
¿Cuales son los pros y contras de la costura robotizada?
Para el sector de la moda es un gran avance tener este tipo de maquinaria porque facilita la congestión que se produce en los tiempos de confección de las grandes marcas de ropa y también reducen notablemente el desperdicio de material por usar estos procesos de tejido computerizados.
La automatización es un gran avance, pero también existen contras. Todo gran avance conlleva sus consecuencias, según Slow Fashion Next, actualmente producimos 100 mil millones de prendas anuales y las previsiones son que en 2030 aumente un 63%. Si a estos datos añadimos que sólo se recicla un 1’8% de las prendas que se producen, según datos expuestos en la última conferencia de Aitex en la sala Ágora de Alcoy, por Eduardo Fages, jefe de grupo de Investigación en materiales y sostenibilidad de Aitex, podemos decir que estamos delante de un problema a escala mundial. Por esto debemos plantearnos aplicar éstas tecnologías en los textiles reciclados.
El cliente busca prendas de calidad, pero también busca que la cadena de producción, el tiempo y la energía que se invierte en el proceso de producción sea consecuente con el impacto medioambiental que genera, porque en todos estos procesos reside el valor del producto.
Por motivos como estos debemos centrarnos en la demanda real del cliente, y cuestionar a las marcas si realmente es necesario hacer tal gasto de recursos, tiempo y dinero para generar tanto residuo, debemos cuestionarnos en cómo producimos y cómo consumimos y de éste modo empezaremos a hacer un uso responsable y ético tanto de los recursos financieros como los recursos de explotación.